Todos cumplimos un rito importante tanto para los padres como para los graduandos, los padres y nosotros su familia Mundo Alegre, un sueño hecho realidad, porque con ese día, a pesar de que se cierra una etapa muy importante en la vida personal y profesional de cada uno de los estudiantes, también se abre una puerta de esperanza que se alimenta, de la memoria del pasado y de las promesas que les tiene el futuro.